Rodrigo reviewed News From Gardenia by Robert Llewellyn
Mucho guiño a otras utopías, demasiada explicación
1 star
Me gustan las utopías, son mis favoritas. Para distopías y malas ondas tengo bastante realidad aquí a la mano. Las utopías bien escritas me dejan de buen humor y con un montón de ideas que quiero materializar antes de que termine el año.
La ficción es una herramienta poderosa para comunicar ciertas ideas. Hay personajes, con anhelos y puntos de vista, hay narración, pasan cosas. Todos recursos útiles para la exposición.
Como se trata de mostrar otro mundo es común que sean relatos de viajes. "News from Gardenia" es un viaje en el tiempo, hacia el futuro. De ahí el título, que es una alusión a "News from nowhere", una utopía del siglo XIX que no he leido, no se me antoja, por lo que he leido della está medio obsoleta.
La cuestión es que para leer cualquier ficción hay que cooperar con el guión. Tienes que suspender tu incredulidad …
Me gustan las utopías, son mis favoritas. Para distopías y malas ondas tengo bastante realidad aquí a la mano. Las utopías bien escritas me dejan de buen humor y con un montón de ideas que quiero materializar antes de que termine el año.
La ficción es una herramienta poderosa para comunicar ciertas ideas. Hay personajes, con anhelos y puntos de vista, hay narración, pasan cosas. Todos recursos útiles para la exposición.
Como se trata de mostrar otro mundo es común que sean relatos de viajes. "News from Gardenia" es un viaje en el tiempo, hacia el futuro. De ahí el título, que es una alusión a "News from nowhere", una utopía del siglo XIX que no he leido, no se me antoja, por lo que he leido della está medio obsoleta.
La cuestión es que para leer cualquier ficción hay que cooperar con el guión. Tienes que suspender tu incredulidad para admitir como real ese otro mundo, y así sacarle provecho a su análisis, quizá por contraste contra el nuestro. En eso de suspender la incredulidad ayuda el viaje. ¿Cómo es que el personaje está depronto rodeado de algo tan diferente? Ah pues es que se subió a un avión... Pero esa parte de la historia es nomás un vehículo para el discurso sustancial. Las utopías chidas le dedican un poquito, tienen un planteamiento ingenioso a ese respecto, y no pierden más energías tratando de ser verosímiles. En Walden Dos visitan el pueblo de junto. En la de Tomás Moro visitan una isla. En la Trilogía de Marte visitan el planeta de junto.
En News grom Gardenia le dedica medio libro al asombro y estupor del personaje. ¡Desde que leímos el título sabíamos todo acerca de su viaje! Me desalentaba ir en el capítulo 10 y que el protagonista todavía no admitiera que había viajado al futuro. Las explicaciones de la nube-vortice temporal, la falsa física que hace verosímil su viaje: todo eso sobra.
Tons quitando eso, ¿qué hace utópico Gardenia? Veamos: se llama Gardenia por que todo el mundo tiene y cuida un jardín. Eso suena bien, pero el autor hace una trampa bien chafa por que esa civilización del futuro controla una tecnología de inducción eléctrica inalámbrica, y la red tiene cobertura total.
Es más, la narración de cómo pasamos de nuestro alto-medioevo a aquella utopía va así: como lo que más se sufría era de falta de energía, ahí se pusieron muchos esfuerzos, descentralizados, todo el mundo optó por autonomía energética. De modo que al cabo hubo formas de generación ultra-eficientes que además hacen eso de la inducción a distancia. Ejemplos: un papalote sujeto de las corrientes estratosféricas, a 100km sobre la tierra, acopiando luz solar casi sin obstáculos pues ya no hay atmósfera, y enviando los peta-watts a la tierra usando un hilo de fibra de carbono/diamante.
Pues: así serán buenos.
Como hay abundantísima energía la vida es fácil en todos lados. Muchos gobiernos se desbaratan, ya no son necesarios. Quedan algunos por ahí -comentario del autor- en China, o en una República Conservadora Fundamentalista en los estados retrógradas de lo que antes era Gringolia. Las menciones de este país son medio chistosas, medio tristes.
En Inglaterra por supuesto que ya no hay monarquía ni gobierno y por eso ya no se llama Inglaterra, y el nombre Gardenia es un poco de guasa por tanto jardín pero realmente no hay identidad nacional.
Órale, va. Pero eso te lo creo para el año 4300, no para el año 2300. Sá, este compa va y conoce a sus nietos que ya no recuerdan qué es América. Increible, en el mal sentido. ¿De qué sirvió tanta explicación? Bah.
Otro rasgo de su utopía: elevadores espaciales. Una cápsula sube por el cable, llegando a cierta altura se suelta y se queda ahí estacionaria (no se explica cómo) hasta que pasa otro cable del que se sujeta para bajar. Así se puede viajar de Gardenia (antes Inglaterra) a Manhattan (antes Manhattan) en dos horas.
Recapitulando: la utopía deste vato consiste de energía abundante, viajes trasatlánticos rapidísimos, anarquía regional y muchos jardines. Dos destos rasgos son disparates. Anarquía y jardinería me gustan, pero la exposición es rudimentaria, deficiente.
Para utopías anarquistas aistá The Dispossesed, o Bolo bolo. Para jardines sin explicación los terrarios de 2312. Para jardinería anárquica ya materializada el siglo pasado ahí tenemos The One Straw Revolution. Bueno, pero no cuenta por que no es una utopía y no es ficción. Pero está más chido que este libro.
Conclusión: todavía no encuentro utopías que me gusten más que las de Kim Stanley Robinson.